El Alzheimer es un trastorno cerebral irreversible y progresivo que afecta a más de 6,5 millones de estadounidenses y que destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la capacidad de realizar tareas sencillas asociadas a la vida cotidiana. Las causas específicas del Alzheimer no se conocen del todo, y se caracteriza por cambios en el cerebro, en particular la acumulación de placas de beta-amiloide que provocan la pérdida de neuronas y sus conexiones.
El aducanumab ha recibido la aprobación acelerada de la FDA para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. El aducanumab fue el primer tratamiento que demostró que, al eliminar del cerebro el betaamiloide, una de las características clásicas del Alzheimer, se reduce el deterioro cognitivo y funcional de las personas con enfermedad de Alzheimer de inicio precoz.
Cualquiera que esté interesado en saber más sobre este tratamiento debería consultar a su profesional sanitario y mantener una conversación sobre el posible uso de Aducanumab para su Alzheimer.
Aunque el aducanumab no es una cura para el Alzheimer ni para todas las demás enfermedades relacionadas con la demencia, aborda la biología subyacente de la enfermedad, reduciendo las placas de beta-amiloide y provocando así una reducción del deterioro clínico característico de la enfermedad de Alzheimer. Esto es diferente de los tratamientos probados anteriormente, que se limitaban a tratar los síntomas, en lugar de llegar al proceso subyacente de la enfermedad de Alzheimer en sí. Esto podría dar a los enfermos de Alzheimer más tiempo para participar activamente en la vida cotidiana, mantener la independencia y conservar los recuerdos durante más tiempo.
Preguntas frecuentes sobre el aducanumab
¿Quién debe tomar este medicamento?
El aducanumab está destinado al tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, principalmente en quienes presentan síntomas tempranos de Alzheimer y deterioro cognitivo leve o demencia leve, así como indicios de acumulación de placa amiloide en el cerebro. Esta pauta de tratamiento puede ser adecuada para quienes se encuentran en el estado de la enfermedad estudiado en los ensayos clínicos, aunque no hay nada que sugiera problemas de seguridad o eficacia al iniciar el tratamiento en distintas fases de progresión de la enfermedad.
¿Cómo actúa este medicamento?
El aducanumab actúa principalmente contra formas específicas de beta-amiloides que se acumulan en placas y contribuyen a la muerte celular y la pérdida de tejido en zonas del cerebro importantes para la memoria, el pensamiento, el aprendizaje y el comportamiento. Aunque el fármaco no impide que el cerebro produzca beta-amiloides, reduce la cantidad producida.
¿Restablecerá el fármaco los recuerdos o la función cognitiva que se han perdido a causa del Alzheimer?
No hay pruebas de que este fármaco pueda restaurar los recuerdos o la función cognitiva perdidos a causa del Alzheimer.
¿Cómo puedo recibir este tratamiento?
Si usted o un ser querido experimenta cambios en la memoria, lo mejor es que hable con un profesional sanitario para que le haga una evaluación completa y un diagnóstico profesional. Un profesional sanitario debe realizar pruebas para confirmar la presencia de placas beta-amiloides en el cerebro antes de prescribir este tratamiento.
¿Cómo se administra este medicamento?
El aducanumab se administra por vía intravenosa mediante una infusión de 45-60 minutos cada 4 semanas, que puede realizarse en un hospital de un centro de terapia de infusión. La vía intravenosa es el método de tratamiento más eficaz para que este fármaco llegue al cerebro.
¿Cuáles son los efectos secundarios?
Los efectos secundarios más frecuentes son las anomalías de imagen relacionadas con el amiloide (ARIA), el dolor de cabeza y las caídas. También existe un riesgo potencial de reacción alérgica. La ARIA es frecuente y puede ser grave, manifestándose normalmente como una hinchazón temporal en zonas del cerebro que suele resolverse con el tiempo. Algunas personas también presentan hemorragias en el cerebro o en su superficie con la inflamación, aunque la mayoría de las personas que presentan inflamación cerebral no tienen ningún síntoma del efecto secundario. Algunos síntomas de ARIA pueden ser dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión y cambios en la visión.