Cuando Nick Cassano decidió estudiar en la Universidad de Miami, el baloncesto no formaba parte de su decisión. Quería asistir a la UM por muchas razones, entre ellas el clima y los estudios como aspirante a licenciado en finanzas.
Como jugador FACA 2A All-State en la Seacrest Country Day School, Cassano quería al menos intentar entrar en el equipo de baloncesto de Miami. Envió un correo electrónico a los entrenadores una vez que se enteró de que se inscribía como estudiante, y después de algún tiempo, el director de operaciones de baloncesto Jeff Dyer se puso en contacto con él.
El seleccionador Jim Larrañaga llamó a Cassano esa misma noche.
"No puedo mentir. Al principio estaba en estado de shock porque es una locura recibir una llamada de un tipo que tiene un currículum tan condecorado como el del entrenador L", dijo Cassano a LifeWallet Sports. "Simplemente hablamos sobre el tipo de jugador que soy, cuáles son mis objetivos con el programa y supongo que lo que aporto".
Cassano realizó posteriormente una visita y ahora forma parte del equipo para la sesión de verano B de la escuela como walk-on preferente.
Cassano conoció este deporte antes de cumplir los 10 años, por lo que desde muy pronto tuvo serias ambiciones de jugar al baloncesto. Estos sueños se materializaron en algo más sustancial cuando entró en el instituto, ya que fue entonces cuando Cassano supo que quería dedicarse al baloncesto a nivel universitario.
"Cuando era un chaval de 15 años, creo que fue entonces cuando me di cuenta de que esto era lo que quería, y supongo que después me puse a trabajar para conseguirlo", afirma Cassano.
El alero de 1,88 metros, que también destacó en su equipo de viajes Pro Holmes Sports Academy, se convirtió en uno de los mejores jugadores de Naples, Florida, al final de su carrera en el instituto.
Cassano promedió 22 puntos y 10 rebotes por partido en su temporada senior, llevando a los Stingrays a su tercer campeonato de distrito en la historia de la escuela. Obtuvo ofertas de escuelas de la División III y fue reclutado por escuelas de la División II como Embry Riddle, Florida Tech, Lynn y Nova Southeastern, que ganó un campeonato nacional en 2023.
"Al final del día, todo se redujo, supongo, a dónde quería pasar los próximos cuatro años en la universidad", dijo Cassano. "Y acabé eligiendo Miami, y luego el baloncesto acabó funcionando. Así que estoy agradecido por ello".
Cassano tiene una mentalidad positiva de cara a su primer año y está dispuesto a hacer todo lo posible para ayudar a los Hurricanes a regresar a la Final Four y alcanzar aún más gloria en el baloncesto universitario.
"Soy un compañero de equipo con mucha energía, con energía positiva, que forja el carácter y la cultura, y creo que eso es lo que estoy dispuesto a aportar al equipo. Como novato, sólo quiero ayudarnos a volver a la Final Four, a ganar un [campeonato], de cualquier manera que pueda. Ya sea jugando o simplemente siendo el mejor compañero de equipo que pueda ser".
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